El otro día, Genís Roca solicitó diversas opiniones sobre los problemas que tiene la Administración a la hora de poner en marcha proyectos 2.0. En mi caso, que lo he vivido desde dentro varios años, tengo mi opinión sobre las dificultades o barreras que tiene la Administración Andaluza. Opinión que os dejo a continuación.
La Administración no tiene ningún problema para llevar a cabo un proyecto 2.0. Es más, tiene los recursos económicos, las personas y todo el tiempo del mundo para hacerlo. No busca el beneficio económico, sólo satisfacer a la ciudadanía. Si no lo hace, simplemente es porque no le interesa.
Una Administración que se rige por una ley de 1992 (Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común), y que no tiene ninguna prisa en actualizarla (con todos los problemas que ello ocasiona a la ciudadanía), no puede adoptar, de la noche a la mañana, un espacio de colaboración para la ciudadanía donde los sectores más reacios publiquen todas sus vergüenzas.
A las personalidades políticas no les interesa invertir en algo que se les puede volver en su contra. Aprovecharán los avances que la web 2.0 incorpora al mundo de la tecnología para establecer canales unidireccionales donde puedan introducir toda su propaganda o difundir sus programas, proyectos o inciativas.
Pero no estamos preparados, en general, para emprender espacios de diálogos abiertos y automoderados. Hay mucha rabia contenida contra la administración y cualquier elemento que aporte voz será utilizado como vía de escape para esta rabia.
¿Habéis visto que haya funcionado algún foro en alguna web de la Administración? Pues ese es el claro ejemplo de la situación en la que nos encontramos.
Tampoco existe problema en los jefes de servicio o demás personal que tenga responsabilidad directa sobre asuntos tecnológicos. Dichas personas tienen la suficiente preparación para abordar proyectos 2.0, modernos y participativos. Tienen dinero, personal y mucho, mucho público potencial. ¿Acaso no querrían poner en marcha dichos proyectos?
Pues seguro. Pero es que la prioridad fundamental está en optimizar los procedimientos de la administración. Reducir costes, minimizar los tiempos de respuesta y organizar, de manera eficiente, toda la documentación. Y es que, como dije antes, la ley de 1992 de procedimiento administrativo está costando mucho dinero a las administraciones.
Cualquier procedimiento que se quiera llevar a la red, internamente tiene que ser modelado utilizando complejas herramientas, muchas veces realizadas a medida, que suponen un esfuerzo temporal muy importante y una inversión económica abismal. Pero es la prioridad. Llevar la administración a la ciudadanía de manera virtual.
Una vez que esto se consiga, que el ciudadano perciba de verdad a la administración como un instrumento ágil, eficiente y veloz en la resolución de trámites, y que por supuesto, no esté identificado con unos colores políticos, entonces se podrá pensar en espacios web 2.0
Mientras tanto, nos tenemos que quedar con los espacios reales 2.0, los grupos de mejora, las reuniones con expertos y los observatorios, donde se invita a una representación de la ciudadanía a participar de manera presencial.
Y si habéis tenido la oportunidad de acudir a una de esas mesas, seguro que el 90% se habla de las carencias. ¿Os imagináis ese espacio abierto a un potencial de 20 millones de personas?
Es de locos pensar, tal como está la administración en estos momentos, que vaya a habilitar de forma habitual un espacio de voz para tantas personas y de manera pública y universalmente accesible.
En definitiva, considero que los proyectos 2.0 no tienen calado en la administración sencillamente porque existen otras prioridades (mejora de los procedimientos) que son imprescindibles y que inciden directamente en la satisfacción de la ciudadanía. El primer paso es superar la web 1.0, el segundo modernizarse (1.5) y el tercero llegar a la 2.0. A medida que las administraciones se modernicen, los proyectos 2.0 surgirán como setas en otoño. De momento, algunas luchan simplemente por superar la primera versión.
El otro día, Genís Roca solicitó diversas opiniones sobre los problemas que tiene la Administración a la hora de poner en marcha proyectos 2.0. En mi caso, que lo he vivido desde dentro varios años, tengo mi opinión sobre las dificultades o barreras que tiene la Administración Andaluza. Opinión que os dejo a continuación.
La Administración no tiene ningún problema para llevar a cabo un proyecto 2.0. Es más, tiene los recursos económicos, las personas y todo el tiempo del mundo para hacerlo. No busca el beneficio económico, sólo satisfacer a la ciudadanía. Si no lo hace, simplemente es porque no le interesa.
Una Administración que se rige por una ley de 1992 (Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común), y que no tiene ninguna prisa en actualizarla (con todos los problemas que ello ocasiona a la ciudadanía), no puede adoptar, de la noche a la mañana, un espacio de colaboración para la ciudadanía donde los sectores más reacios publiquen todas sus vergüenzas.
A las personalidades políticas no les interesa invertir en algo que se les puede volver en su contra. Aprovecharán los avances que la web 2.0 incorpora al mundo de la tecnología para establecer canales unidireccionales donde puedan introducir toda su propaganda o difundir sus programas, proyectos o inciativas.
Pero no estamos preparados, en general, para emprender espacios de diálogos abiertos y automoderados. Hay mucha rabia contenida contra la administración y cualquier elemento que aporte voz será utilizado como vía de escape para esta rabia.
¿Habéis visto que haya funcionado algún foro en alguna web de la Administración? Pues ese es el claro ejemplo de la situación en la que nos encontramos.
Tampoco existe problema en los jefes de servicio o demás personal que tenga responsabilidad directa sobre asuntos tecnológicos. Dichas personas tienen la suficiente preparación para abordar proyectos 2.0, modernos y participativos. Tienen dinero, personal y mucho, mucho público potencial. ¿Acaso no querrían poner en marcha dichos proyectos?
Pues seguro. Pero es que la prioridad fundamental está en optimizar los procedimientos de la administración. Reducir costes, minimizar los tiempos de respuesta y organizar, de manera eficiente, toda la documentación. Y es que, como dije antes, la ley de 1992 de procedimiento administrativo está costando mucho dinero a las administraciones.
Cualquier procedimiento que se quiera llevar a la red, internamente tiene que ser modelado utilizando complejas herramientas, muchas veces realizadas a medida, que suponen un esfuerzo temporal muy importante y una inversión económica abismal. Pero es la prioridad. Llevar la administración a la ciudadanía de manera virtual.
Una vez que esto se consiga, que el ciudadano perciba de verdad a la administración como un instrumento ágil, eficiente y veloz en la resolución de trámites, y que por supuesto, no esté identificado con unos colores políticos, entonces se podrá pensar en espacios web 2.0
Mientras tanto, nos tenemos que quedar con los espacios reales 2.0, los grupos de mejora, las reuniones con expertos y los observatorios, donde se invita a una representación de la ciudadanía a participar de manera presencial.
Y si habéis tenido la oportunidad de acudir a una de esas mesas, seguro que el 90% se habla de las carencias. ¿Os imagináis ese espacio abierto a un potencial de 20 millones de personas?
Es de locos pensar, tal como está la administración en estos momentos, que vaya a habilitar de forma habitual un espacio de voz para tantas personas y de manera pública y universalmente accesible.
En definitiva, considero que los proyectos 2.0 no tienen calado en la administración sencillamente porque existen otras prioridades (mejora de los procedimientos) que son imprescindibles y que inciden directamente en la satisfacción de la ciudadanía. El primer paso es superar la web 1.0, el segundo modernizarse (1.5) y el tercero llegar a la 2.0. A medida que las administraciones se modernicen, los proyectos 2.0 surgirán como setas en otoño. De momento, algunas luchan simplemente por superar la primera versión.
@javiferrer